Todos los sitios web que visitas constan de dos elementos principales: un dominio web y un servidor web. El dominio web o dominio de internet es lo que las personas escriben para acceder a tu sitio, y apunta el navegador web hacia el servidor que almacena esos recursos. Sin un dominio web, las personas tendrían que recordar la dirección IP específica de tu servidor, y eso simplemente es imposible.
Los registros de nombres de dominios son supervisados por una organización llamada ICANN (Corporación de Internet para Nombres y Números Asignados, por sus siglas en inglés). ICANN especifica qué extensiones de dominios están disponibles y mantiene una base de datos centralizada de dónde apuntan los dominios web.
Un dominio de internet se forma a partir de dos elementos principales. Por ejemplo, el nombre de dominio miempresa.com consiste del nombre del sitio web (miempresa) y la extensión del dominio (.com). Cuando una empresa (o una persona) compra un dominio web, puede especificar a qué servidor apunta el nombre de dominio.
La tarea de registrar un dominio es relativamente sencilla, simplemente hay que buscar si esta libre y comprarlo. Las complicaciones pueden aparecer cuando se quiere que apunte a un servidor concreto donde tenemos alojada la web, o cuando no nos acordamos de renovarlo y queda libre.
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“No me preocupo por nada. Tengo la tranquilidad de que me avisan con antelación cada vez que hay que renovar el dominio.”
– Anna M. (Norbel.S.L)
El coste de un dominio es relativamente bajo y depende de la extensión (com, es, org...) de hecho, si tiene el mantenimiento contratado con nosotros esta incluido el registro y la renovación del dominio. No obstante, si lo que quiere simplemente es registrar un dominio, o traspasar un dominio, hacerlo con nosotros tiene las siguientes ventajas: